Nada en especial
Despierto. El sueño era cálido y agradable. No estaba en la soledad del salón-cama del piso ni en santiago, ni en el mismo piso. No sé dónde estaba. No necesito saberlo.
Me levanto, dolor de espalda, mente clarificada. Pii pii. Cojo el móvil y respondo. Es agradable saber que alguien piensa en ti a esas horas del día. Voy al baño y me aseo, vuelvo y desayuno. Abro las cortinas. Ni intento encender la luz no ya porque la claridad del amanecer sea suficiente, sino porque mis peleas con el interruptor pueden durar más de diez minutos y prefiero reservarme esa revisión para la noche.
Camino por la calle, no hace frío pero es incómodo. Pienso que sé cuan aburrida será la mañana. Nada que hacer. Mirar el ordenador. Dolor de espalda. Aburrimiento. Eso es lo peor, el aburrimiento.
Me quedo parado en mi mente, no estoy caminando por la calle, estoy escribiendo mirando el ordenador. Pero eso no importa. Para mí estoy parado en algún lugar de alguna ciudad, o pueblo, o campo, o bosque; me da igual ¿acaso puede importar?
Estoy solo. ¿Seguro? Puedo hacer que venga la gente que quiera, sólo tengo que pensarlo. Ya no estoy solo, está ella, me hace compañía. Damos un paseo, lo pasamos bien. Charlamos, bromeamos, se mete conmigo, le pego y nos reimos. Siempre lo hacemos. Subimos la montaña y contemplanos el palacio.
La imagen cambia, se hace de noche y se empieza a oir música, melodía meláncólica de un jedi a los 20 minutos de película, cuando los dos soles anuncian el atardecer. El agua salta, y nos moja, se eleva, vuelve a bajar, baila ante nosotros. Miles de personas la contemplan. Es un sueño, es un recuerdo.
Se oye un himno, quedamos contemplando. No quiero que acabe.
Pero sí quiero, quiero andar, quiero ver, quiero moverme. Es un sueño, es un recuerdo, pero me da igual, avanzo.
Conozco sus pensamientos y los añado a mi mente para fundirlos, total ¿qué diferencia puede haber? Mejor unidos.
Es la magia a través de las palabras por las cuales puedo formular acontecimientos increíbles sin que nadie pueda corregirme o evitarlo, puedo jugar con ellas, llevar la contraria. Y quien las lea conocerá un poquito de mí.
Leer es bueno. Escribir lo es más.
Eso es todo.
zrv
Me levanto, dolor de espalda, mente clarificada. Pii pii. Cojo el móvil y respondo. Es agradable saber que alguien piensa en ti a esas horas del día. Voy al baño y me aseo, vuelvo y desayuno. Abro las cortinas. Ni intento encender la luz no ya porque la claridad del amanecer sea suficiente, sino porque mis peleas con el interruptor pueden durar más de diez minutos y prefiero reservarme esa revisión para la noche.
Camino por la calle, no hace frío pero es incómodo. Pienso que sé cuan aburrida será la mañana. Nada que hacer. Mirar el ordenador. Dolor de espalda. Aburrimiento. Eso es lo peor, el aburrimiento.
Me quedo parado en mi mente, no estoy caminando por la calle, estoy escribiendo mirando el ordenador. Pero eso no importa. Para mí estoy parado en algún lugar de alguna ciudad, o pueblo, o campo, o bosque; me da igual ¿acaso puede importar?
Estoy solo. ¿Seguro? Puedo hacer que venga la gente que quiera, sólo tengo que pensarlo. Ya no estoy solo, está ella, me hace compañía. Damos un paseo, lo pasamos bien. Charlamos, bromeamos, se mete conmigo, le pego y nos reimos. Siempre lo hacemos. Subimos la montaña y contemplanos el palacio.
La imagen cambia, se hace de noche y se empieza a oir música, melodía meláncólica de un jedi a los 20 minutos de película, cuando los dos soles anuncian el atardecer. El agua salta, y nos moja, se eleva, vuelve a bajar, baila ante nosotros. Miles de personas la contemplan. Es un sueño, es un recuerdo.
Se oye un himno, quedamos contemplando. No quiero que acabe.
Pero sí quiero, quiero andar, quiero ver, quiero moverme. Es un sueño, es un recuerdo, pero me da igual, avanzo.
Conozco sus pensamientos y los añado a mi mente para fundirlos, total ¿qué diferencia puede haber? Mejor unidos.
Es la magia a través de las palabras por las cuales puedo formular acontecimientos increíbles sin que nadie pueda corregirme o evitarlo, puedo jugar con ellas, llevar la contraria. Y quien las lea conocerá un poquito de mí.
Leer es bueno. Escribir lo es más.
Eso es todo.
zrv
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