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"Tan solo el pasado mañana me pertenece" -F. Nietzsche

Curiosas e increíbles son las sutiles ironías que suelen recorrer la vida de cada uno, trazando una linea no recta sino sinuosa y curvada, dibujando altibajos constantes que añaden variedad a los sucesos. Siempre por supuesto contrariando a la actualidad: esto es que si tú estás bien algo malo te pasará y viceversa, lamentablemente el segundo caso es bastante menos probable.

Y por supuesto ¿qué hay de la tergiversación de hechos aparentemente inocentens y sin maldad? Pues siempre están ahí, como no, para dar el toque de sal a la vida que es muy necesaria y todos exigimos ¿verdad? Es curioso como ando por calles digitales de letras y variedades, de páginas webs y blogs harto innecesarios, como otros suelen ir por bulevares de sueños rotos que no llevan a ninguna parte. Yo me pierdo en un laberinto de inquietudes y desconfianzas dispuestas a maldecir cada acción que cometa. Movimientos siempre efectuados para luchar contra la monotonía y el tedio que inundan constantemente mi día debido a la falta de menesteres que se me encomiendan.

Siento aburrir siempre con la ya mítica frase de "Yo soy Diox el que porta la pérfida ironía y la pone de su parte...a veces" pero es que inevitable recitarla puesto que sigue siendo tan verídica, especialmente su segunda parte.

Y es parece que no pueden irme las cosas bien. A la gente le molesta, prefieren a mi yo amargado y pesimista. Pero no me da la gana. Esta batalla no la ganarán, al menos no sin esforzarse, puesto que tengo la fuerza de mi lado y no he cometido maldad alguna. Estoy harto de que los grandes se llenen de gloria, he realizado mi camino y tengo una serie de objetivos muy claros que pienso conseguir, o al menos peleear por hacerlo. Da igual el resultado, lo mejor siempre suele ser la realización, la batalla la guerra.

Y juro que pelearé. Estoy harto de ser pisoteados.

Estrellas, programadores, amigos, preparaos.

ZRV

PD: la semana que viene realizaré un discurso similar pero edulcorado, no espereis verlo aquí. Quien sabe si viviré para contarlo.

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